top of page

Resignificación de símbolos: la bandera de One Piece como emblema global de inconformidad

  • Foto del escritor: Focus Hidalgo
    Focus Hidalgo
  • 19 nov
  • 2 Min. de lectura


ree

 

*La Jolly Roger del anime One Piece se ve en marchas de África, Asia, Europa y América, donde la generación Z la utiliza para desafiar al poder

 

Pachuca de Soto, Hidalgo. – En los últimos meses, la bandera pirata de la serie animada One Piece se ha convertido en uno de los símbolos más visibles en las manifestaciones sociales a nivel mundial, adoptada por miles de jóvenes como emblema de inconformidad, resistencia y reivindicación de la libertad, explicó Diego Alejandro Mejía Pérez, estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

 

Este fenómeno llamó su atención y lo llevó a analizar cómo un ícono surgido de la cultura pop puede llegar a articular demandas sociales complejas. La apropiación de la Jolly Roger demuestra cómo los nuevos movimientos juveniles recurren a representaciones culturales, no necesariamente políticas, para construir una identidad colectiva en contextos de protesta.

 

Su presencia en marchas de Nepal, Japón, Corea del Sur, España, Argentina y México, entre otros países, evidencia un proceso de resignificación que ha trascendido la ficción para convertirse en expresión política. “La bandera, compuesta por un cráneo y huesos cruzados, ha pasado de asociarse con la piratería o incluso con el peligro para adquirir un nuevo sentido relacionado con la oposición a los gobiernos en turno al considerarlos ineficaces”, indicó.

 

“En el anime, el protagonista es un pirata que surca los mares visitando diferentes islas y derrocando gobiernos corruptos, por lo que su insignia representa la emancipación de los pueblos antes oprimidos. Esta idea se trasladó a nuestra realidad, donde la calavera con sombrero de paja ya no representa un peligro, sino esperanza, libertad, justicia y unión, así como otros valores”, especificó el estudiante de la UAEH.

 

De manera similar, emblemas antes asociados a movimientos políticos, como la hoz y el martillo de la Unión Soviética, han cedido espacio a imágenes provenientes de narrativas culturales juveniles que hoy reclaman su lugar como referentes identitarios en protestas y espacios públicos, ya que las nuevas generaciones recurren a lo que consumen y reconocen como propio para expresar inconformidad o pertenencia, que se ha facilitado gracias a la globalización.

 

No obstante, el estudiante Garza advirtió que el uso simbólico puede generar confusiones o riesgos cuando se desconocen sus antecedentes. Por ello, es fundamental conocer el origen de los elementos para evitar interpretaciones contraproducentes y comprender si realmente encarna los valores que un colectivo pretende comunicar.

 

Por otro lado, indicó que es importante reconocer la creciente relevancia del estudio de las imágenes y su capacidad para adaptarse a los cambios sociales. “Este dinamismo permite que un mismo símbolo se resignifique continuamente conforme se mueve entre generaciones y contextos”, agregó el especialista

Comentarios


anunciate.jpg
anunciate.jpg
bottom of page