*Guajolote, platillo que forma parte de la identidad en Tulancingo
El guajolote es un platillo popular que forma parte de la tradición e identidad gastronómica de Tulancingo, historia que se remota, de acuerdo con el relato más conocida en el municipio, en 1948 en el Portón de Rosita, antojito con el que se logró el distintivo Pueblo con Sabor.
El tradicional antojito es una telera que se parte por la mitad, se unta con frijoles y se rellena con enchiladas (tortilla pequeña frita en manteca que se prepara con salsa verde o roja, lechuga, cebolla y queso) y se le añade huevo hervido y pollo.
Este distintivo platillo forma parte del menú en prácticamente cualquier cafetería, restaurante, fonda y cocina económica de Tulancingo, no tiene horario de consumo, no obstante, si bien se puede consumir por la mañana es más común su venta por las tardes y noches cualquier día de la semana en cualquier colonia.
Los precios cambian de acuerdo con su tamaño, número de ingredientes y establecimiento, en algunos sitios del centro de la ciudad y colonias cercanas las presentaciones mini, van desde los 12 pesos sencillos (únicamente la telera con frijoles y enchiladas) hasta los 24 pesos con ingredientes como chicharrón, bistec, tinga o carne enchilada.
Los de tamaño normal se pueden encontrar desde los 30 hasta 80 pesos con uno o varios ingredientes como molleja, jamón, salchicha, queso de hebra, pierna, así como con guisos chicharrón, pastor, carne árabe, tripa, suadero, carne enchilada, cochinita pibil, chistorra, pollo a la mexicana, champiñones y más que pueden superar los 100 pesos.
En el centro de Tulancingo los establecimientos de tradición son El Portón de Rosita, en la calle Libertad, donde se dice nació el guajolote; La Fiaca, en la calle Hidalgo (entre Luis Ponce y Benito Juárez); Guajolotes Fuanitos, en Jardines del Sur; o Antojitos La Morena, en la colonia La Morena, así como en la mayor parte de colonias, donde principalmente mujeres se adaptan sus patios o portones para preparar este emblemático platillo.
*Curiosidades*
• La elaboración del guajolote es una de las principales fuentes de ingresos de mujeres tulancinguenses dentro y fuera del municipio.
• El platillo se ha proyectado en municipios aledaños como Santiago (donde también se dice que se pudo originar), Cuautepec, la Sierra Otomí Tepehua, Pachuca y Mineral de la Reforma, así como a los estados de Querétaro, Ciudad de México y Puebla.
• El guajolote tuvo un papel importante para que Tulancingo lograra el nombramiento de Pueblo con Sabor.
• Tulancingo obtuvo el Record Guinness y premio Ripley por el Guajolote más grande del mundo: 30.5 metros de largo y 660 kilogramos.
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