Necesarios mecanismos que protejan aún más a infancias en conflictos armados
*La UNICEF verificó más de 315 mil violaciones graves cometidas contra la niñez en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina, entre 2005 y 2022
*Actualmente, 450 millones de niños y niñas viven en zonas de conflicto o huyeron de ellas
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Las infancias alrededor del mundo son uno de los sectores más vulnerables de la población durante un conflicto bélico, de acuerdo con Iran Guerrero Andrade, profesor investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien mencionó que los conflictos armados en África, Asia, Europa, Oriente Medio y América Latina muestran la falta de mecanismos eficaces dentro del Derecho Internacional Humanitario para la protección de grupos vulnerables, sobre todo el de las infancias, quienes durante los últimos años se convirtieron en un blanco principal.
El docente del Área Académica en Derecho y Jurisprudencia puntualizó que los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales son el eje principal del Derecho Internacional Humanitario. Dichas normas jurídicas regulan la forma en que se libran los conflictos armados, así como las sanciones y restricciones que se deben implementar para la protección de las personas que no participan en las hostilidades.
Dentro del cuarto convenio celebrado en 1949, tras la Segunda Guerra Mundial, se estableció un primer instrumento internacional para la protección de la población civil, entre la que se encuentra la niñez, y conlleva la garantía del acceso a la educación, el no reclutamiento, la no agresión, así como el salvaguardar la vida.
En la Convención sobre los Derechos del Niño que fue aprobada el 20 de noviembre de 1989, en donde se reconoció a las y los infantes como individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, así como a expresar libremente sus opiniones. A su vez, en el 2002 entró en vigor el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a su participación en los conflictos armados.
“Cómo hacemos para que se cumplan los instrumentos internacionales, porque no hemos diseñado todavía ninguna autoridad que tenga esa capacidad coercitiva. Tenemos la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pero todavía parecen quedar cortas de acuerdo con el grado de perversidad de muchos mandatarios”, declaró Iran Guerrero Andrade.
El académico mencionó que los juicios contra los expresidentes Slobodan Milosevic, de la antigua Yugoslavia, y de José Efraín Ríos Montt, de Guatemala, ambos por crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, son ejemplos de que existen vías legales para la impartición de justicia, sin embargo, también se demostró que éstas suelen ser muy lentas y carecen de los resultados esperados.
Tan solo en el caso del exmandatario yugoslavo, quien fue detenido en 2001 por su participación en la Guerra de los Balcanes, murió antes de recibir condena en su celda en La Haya en 2006. Mientras que el dictador guatemalteco fue condenado en 2013 por una corte nacional, pero posteriormente la sentencia fue anulada por la Corte de Constitucionalidad debido a un tecnicismo, dejando en libertad al excomandante militar que falleció a los 91 años con demencia senil y en vías de enfrentar un nuevo juicio.
Guerrero Andrade enfatizó que hace falta que los Estados del mundo respeten el Derecho Internacional Humanitario y se comprometan con las víctimas, con las mujeres y las infancias, que vean más allá de sus propias agendas para crear un proyecto más fuerte que le ponga un alto a los conflictos bélicos.
“Tenemos nuestras diferencias, no tenemos las mismas creencias ni los mismos valores, pero tenemos que encontrar un punto de compromiso que nos asegure la continuidad. No podemos seguir con este tipo de conflictos”, concluyó
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